viernes, 11 de diciembre de 2009

Y nació sietemesino...

  
   Pues sí, al final de un embarzo muy trabajoso, la criatura ha nacido justo cuano hacía siete meses, que a mí me han parecido siete años... en fin, ahora a disfrutarlo...


Drácula oposita para salir en la saga Crepúsculo...

  
   Lo primero que me gustaría decir es que en sí la novela, me ha gustado. Me ha resultado entretenida y de fácil lectura, si bien me ha dejado un regusto amargo difícil de disimular. Al principio te entusiasma ver de nuevo a los personajes de la anterior novela de Bram Stoker y piensas que porqué no puede ser una continuación decente. La novela está bien construida, aunque los autores se toman alguna licencia en lo que ha fechas se refiere, está justificada para que la trama cuadre con acontecimiento históricos de la época. Sin embargo, el gran fallo para mí es que no se han respetado la naturaleza de sus personajes principales.



   Ha declarado Drake que su intención era recuperar al Drácula romántico, a la figura de ese príncipe maldito o antihéroe en busca de rendición. A mi modo de ver no es un mal objetivo, pero pierde el sentido al convertir al rey de los vampiros en un "ángel", en un vampiro light cómo los de la millonaria saga Crepúsculo. El Drácula que creó Bram Stoker es un ser atormentado, lleno de sufrimiento, pero malvado. Renegó de su fé y se hizo volvió de entre los muertos para calmar su sed de venganza. Si incluso antes de convertirse en una criatura de la noche, era ya malvado (pues es por todos conocido que su personaje se basa en Vlad el Empalador, que acostumbraba a cenar rodeado de los cadáveres empalados de sus enemigos...) Así que Drake, no trates de dar la vuelta a la tortilla porque se te caerá seguro, como de hecho te ha ocurrido.

   Pero no es sólo la figura del conde la que ha sufrido la transformación. No ha sido justo, a mí entender, cómo ha tratado a un personaje tan carismático como Van Helsing o incluso con el pobre Jonathan Harker tampoco se ha hecho demasiada justicia. No obstante, si creo que ha entendido cómo sería una evolución acertada del personaje de Mina y es todo un acierto la introducción de la condesa Barthory. En resumen, me ha entretenido, pero no me ha llegado.

    Y será por esta razón, por esta sed no saciada que mi próxima lectura continuará siendo entorno a los vampiros. Pero en esta ocasión se trata de vampiros genuinos, más parecidos a demonios que a otra cosa y ávidos de poder morder el primer cuello que se les ponga por delante. Se trata de la primera obra del director del Laberinto del Fauno, Guillermo del Toro, y que forma la primera pieza de una Trilogía de Oscuridad. Aún no he leído ni una palabra, pero si Nocturna se parece en algo a sus películas seguro que será una novela estupenda...