domingo, 30 de diciembre de 2012

Murciélago grande, ande o no ande..


   Los superhéroes están de moda. Es algo obvio cuando ya no sólo copan la mayoría de los cómics, sino que últimamente también las salas de cine de todo el mundo. El gran tirón que tienen entre el público juvenil (y el no tan juvenil), les ha otorgado un nuevo superpoder, el de ser la gallina de los huevos de oro. Prácticamente no hay mercado que no acaparen: libros, juguetes, DVD, etc. Sin embargo existe uno, que aunque lo hayan conquistado en cantidad, no es así en calidad. Me refiero a los videojuegos naturalmente, donde la presencia de los superhéroes es masiva, pero insustancial, al menos hasta que llegó Batman Arkham Asylum, que marcó un antes y un después en este aspecto gracias a su tremenda calidad. Los chicos de Rocksteady Studios pusieron una pica en Flandes, y ahora regresan al lugar del crimen con la misma fórmula que les llevó al éxito, sólo que en esta ocasión de forma más extensa.
 
 
   Batman Arkham City es igual que Batman Arkham Asylum sólo que más grande. Más escenario (donde pasamos de vivir una aventura en un psiquiátrico a una en toda una ciudad), más gadgets (además de conservar los que ya usamos en su predesesora), más personajes (tanto en enemigos como en personajes jugables pues podemos jugar como Catwoman), más movimientos, más horas de juego (se ha aumentado bastante el modo campaña), en definitiva más y más y más.

   En cuanto a los factores que lo llevaron a ser elegido juego del año, sigue conservándolos intactos. Presume de una inigualable jugabilidad que combina sigilo, puzzles, acción y habilidad, con unos gráficos y un motor gráfico de lo mejorcito que se puede encontrar hoy con la generación actual de consolas. El apartado sonoro (con un doblaje óptimo al castellano) sigue cumpliendo sin grandes alardes y en cuanto al guión y la trama, no es que estén demasiado pulidos pero se acopla bastante bien a lo que acostumbramos a ver en el universo del caballero oscuro.
 
 
   En resumen un juego que os encantará si disfrutasteis como yo de su precuela. Gana alguna décima de nota más (8,7) por el hecho de haber ampliado las miras y los horizontes, sin que esto afecte a la diversión lo más mínimo. Y es que en esta vida, el tamaño si que es importante en muchas cuestiones.. Murciélago grande, ande o no ande.

sábado, 29 de diciembre de 2012

Se acerca el invierno..

 
   Con El invierno del mundo, Kent Follet continúa repasando la historia del siglo XX en su trilogía The Century. Tras los acontecimientos ocurridos en la primera entrega (La caída de los gigantes) eran muchas las personas, incluida yo, que esperábamos con cierta ansiedad la salida de esta continuación, sabiendo de antemano que la época que cubriría fue crucial para la historia del ser humano y que la pluma del galés la recrea como nadie.
 

   La novela se desarrollara en los 16 años que van desde el imparable ascenso del nazismo en Alemania y Europa (1933), hasta el comienzo de la Guerra Fria (1949). En medio como ya imaginarán hallaremos referencias a acontecimientos que cambiaron el curso de la historia como el ataque a Pearl Harbor, El día D o la creación y posterior uso de la bomba atómica. El lector se hará una idea bastante aproximada del contexto social y político de la Europa de aquellos años (incluida España y su guerra civil), América y la URSS, a través de las peripecias de cinco familias distintas. Los héroes en esta ocasión son los hijos de los protagonistas de la novela precedente, que participarán de manera más o menos relevante en los grandes sucesos que acaecerán en este período tan negro para el hombre. Entremezclado con la trama histórica, el autor nos relatará la vida amorosa de estos personajes, con sus pasiones, decepciones, sus dramas y sus sueños. Política, espionaje, amor, pasión, traición, muerte, heroísmo.. todos ellos ingredientes que suelen estar en los platos que prepara el chef Follet, quién no gusta de experimentos inusitados.

   No obstante, en la receta se encuentra tanto la chispa del éxito comercial del galés, como la raíz de su principal handicap: la excesiva reiteración en sus obras. Y es que son demasiadas novelas donde el esqueleto, su estructura, la raspa que queda tras quitarle la piel que lo cubre, es siempre el mismo. Este esquema tan manido le es muy útil para seguir siendo un top en best seller, pero también cansa a una parte importante de sus lectores, en los que me incluyo, por reincidente.
 
 
   En esta ocasión no recomendaré el libro, sino que dejaré a cada uno que se forme su propia idea del mismo leyendo mi post, o mejor aún, el libro en sí (aviso que vuelven a ser casi 1000 páginas..). Lo último de Follet aúna un extraordinario conocimiento histórico y una sensacional documentación de la época, con una trama algo insulsa, infantil en ocasiones y que no llega nunca a sorprender al lector al estar sujeta a los acontecimientos reales de la historia. Sin embargo, en el título, el escritor británico usa la palabra invierno para calificar a este periodo tan oscuro de nuestra biografía, donde vemos como ideologías tan deleznables como el nazismo hitleriano triunfa en una sociedad donde no se cubren las necesidades básicas del ser humano, y aparecen factores como el hambre, el desempleo o la inseguridad. En la Grecia actual, el partido neonazi Amanecer Dorado ha conseguido entrar por primera vez en el parlamento con 21 escaños (un 7% de los votos totales) aprovechando la precariedad a la que se ve sumida la población helena. Existe un claro paralelismo con el ascenso de Hitler al poder en la frágil Alemania de la postguerra. ¿Está el bueno de Kent dando un serio aviso para que no volvamos a tropezar de nuevo en la misma piedra? Esperemos que no tengamos que parafrasear a Ned Stark al decir aquello de Se acerca el invierno.
 

jueves, 27 de diciembre de 2012

Liverpool in the sky with diamonds

  
   Cuando Julian, el hijo de John Lennon, le enseñó un dibujo que había hecho en el colegio, no sabía que inspiraría la que después el propio Lennon calificaría como la mejor canción de amor que jamás había compuesto. En el dibujo se veía a una persona en medio de una serie de puntos brillantes, y cuando John le preguntó de qué se trataba, el chico respondió que era Lucy (su amiga) in the sky with diamonds (en el cielo con diamantes). Ese título improvisado sería después adoptado para una canción que en sí no esconde más que una alucinación y que al coincidir sus iniciales (LSD) con la droga con la que se inspiraba por aquel entonces el malogrado beatle, se convertiría pronto en un himno no exento de polémica. Desde el avión, al amanecer, Liverpool luce con toda su majestuosidad, mezclando las primeras luces del alba con las propias de una ciudad que despierta, donde el magnetismo del encanto beatle se funde a la perfección con el empirismo británico.. Liverpool in the sky with diamonds.
 
 

   Liverpool es a la música lo que el átomo a la ciencia. La capital mundial del Rock/Pop, con los Beatles como estandarte principal. Es inevitable no contagiarse del espíritu progresista de las canciones del mítico cuarteto al pasear por sus calles, ya históricas gracias a sus letras (Penny Lanne, Abbey Road, Mathew Street, etc). Visitar el 251 de Menlove Avenue (casa de John Lennon) o el 20 Forthlin Road (casa de Paul McCartney) que se conservan tal y como eran cuando los dos líderes de los Beatles vivían en ellas, conocer más detalles de la historia del grupo en algún museo de la ciudad, hacerte con algún recuerdo interesante del mundo beatleliano (yo por ejemplo no me pude resistir a hacerme con una réplica de las originales gafas de Lennon). Pero sin duda, si hay un sitio que es inexcusable visitar es The Cavern Club, el club más famoso del mundo. Un lugar que desprende un aura nostálgica, donde los Beatles empezaron a dar sus primeros acordes, donde han tocado en directo bandas como The Who o The Rollings Stone, y donde es un placer disfrutar de una cervecita aunque esa bebida no sea precisamente muy del gusto de tu paladar.
 


 

   Pero Liverpool es más que la leyenda del The Fab Four. Es una ciudad que simboliza el camino hacia el nuevo mundo, con una herencia marítima esplendorosa. La historia de la evolución de la exclavitud, pues era un punto clave del mercado con exclavos traídos de África, el simbolismo de la lucha obrera y sus derechos durante la revolución industrial, las salvajes batallas marítimas contra los alemanes durante las grandes guerras o la redundante historia de la tragedia del Titanic, que se forjó en aquellos astilleros son sólo un ejemplo de ella. El haber sido nombrada Capital Europea en 2008 ha relanzado nuevamente la ciudad, y la oferta cultural se ha incrementado notablemente. Muchísimos museos ofrecen un abanico amplio con exposiciones que aunan lo antiguo y lo moderno, que junto con la belleza visual de un paseo por Albert Dock convierten a Liverpool en un atractivo destino turístico si se dispone de unos pocos días libres.
 

 

   Liverpool es una ciudad con el corazón de un pueblo. Apesar de ser una urbe gigantesca, tanto geográfica como demográficamente, se respira un aroma a pueblo pequeño, a villa entrañable. Su gente, por lo general amable te acogen con cordialidad y se brindan a mostrarte lo mejor de su ciudad mostrándose comprensivos por muchas patadas que le demos al diccionario de la lengua de Shakespeare. Allí puedes contemplar un museo viviente como Anfield Road si eres futbolero (o del Goodison Park del Everton), eso si, no puedes conducir por la derecha, la lluvia rara vez se ausenta y te será casi imposible desayunar una tostada con un buen café... pero ya sabes, let it be.
 
 

viernes, 27 de julio de 2012

Predicando en el desierto

  
   Si la primera fue en la selva tropical, y en la segunda los paisajes nevados del Himalya, para la conclusión de la trilogía de las aventuras de Nathan Drake sus desarrolladores han elegido el desafiante desierto del Rub Al-Jali. Las expectativas estaban en todo lo alto ya que la marca Uncharted se ha convertido en el estandarte de la PS3, y los chicos de Naugthy Dog no han decepcionado. Uncharted 3, la traición de Drake es con casi toda seguridad la última vez que veamos a Nathan Drake en las consolas de esta generación, pero sin lugar a dudas se marcha dejando el pabellón bien alto.



   En esta ocasión, el argumento gira en torno a la búsqueda de una ciudad mítica conocida como la Atlantis de las Arenas, con la vida de Francis Drake y Lorence de Arabia como trasfondo. Volveremos a ver a los personajes principales de la saga (y alguno que otro nuevo) en situaciones verdaderamente extremas que elevarán nuestros niveles de adrenalina hasta rozar lo patológico. De nuevo aparece en escena esa mezcla de viodeojuego y espectáculo visual, que nos transporta hasta lo que podríamos llamar una película interactiva. No sería extraño ver dar el salto de Drake a la gran pantalla, pues últimamente están de moda las versiones cinematográficas de las estrellas de los juegos, y con Uncharted este salto será menos traumático que en otras ocasiones.

   El apartado gráfico del juego es insuperable para los medios que disponemos actualmente, lo que unido a su frenética jugabilidad lo convierte en un título imprescindible para nuestra colección. La campaña se ha alargado notoriamente, y han mejorado puntualmente los movimientos de nuestro héroe,  pero básicamente deberemos de nuevo de luchar cuerpo a cuerpo o con una variedad amplia de armas, escalar y realizar saltos y piruetas imposibles, resolver ingeniosos puzzles o salir airoso de trepidantes persecuciones que nos dejarán (a nosotros y a Drake) sin aliento. Cuenta con una banda sonora original y está perfectamente doblado al castellano. Además, como ya ocurriese en las anteriores entregas, hallaremos ese componente fantástico, esa chispa sobrenatural, que le da una carácter más a lo Indiana Jones.



   Hace poco, uno de los responsables del juego dijo que Nathan seguiría teniendo aventuras mientras la gente lo siga demandando. Lo que es lógico, es que con la calidad de juegos así, es fácil vaticinar una larga vida al sello Uncharted, aunque tras ver los efectos de una arena desértica  más realistas jamás vistos en un videojuego, o una secuencia tan espectacular como cuando intentamos huir de un barco que se hunde, es de humanos pensar que el futuro de Uncharted está en una hipotética y futura PS4, de la que hay muchos rumores pero nada confirmado por SONY. De momento, y mientras esperamos novedades en este aspecto, Nathan puede consolarse con el 10 que le adjudico a su última aventura. Por último, os preguntaréis el por qué del título, pues es una frase hecha cuyo significado dista mucho de los expuesto en el post. Pues bien, basta sólo con usar la acepción más ruda de la palabra predicar, en otras palabras, sustituir el verbo por "dar hostias" y le encontréis el sentido.

sábado, 7 de julio de 2012

¿Los ángeles tienen sangre?

  
   Con Eterna, Guillermo del Toro y Chuck Hogan ponen punto final a la una Trilogía de la Oscuridad, una visión apocalíptica vampírica del mundo que empezara allá en el 2009 con Nocturna. Si la primera novela supuso un soplo de aire fresco al género, entremezclando el terror clásico con el thriller pseudocientífico, la continuación con Oscura fue una tremenda decepción. Simplemente no mantuvo el nivel de su predecesora, sino que se limitó a contar una historia algo banal, de la que sólo los flashback despertaban algo de interés, y dejó a las claras que esta historia podía haberse contado perfectamente en dos entregas. En la culminación de la saga, con Eterna, podríamos decir que el interés por la trama renace, aunque tampoco de una forma exagerada. La proximidad del final, que se antoja bastante previsible, hace que sigas leyendo el libro, pero sinceramente son pocos los alicientes que esta parte de la novela despierta en el lector. Es como si la trilogía del oscarizado director fuese una montaña rusa, con continuas subidas y bajadas de nivel, o más bien como una etapa ciclista que empezara con un puerto de categoría especial, continuara con unas decenas de kilómetros llanos y terminara en un puerto de segunda categoría.



   Si en Nocturna se intuía un claro homenaje a Drácula de Stoker (la llegada con el avión vacío, la figura de Setrakian, etc..) y Oscura naufragaba en un mar revuelto de datos confusos mientras nos contaban la existencia de un libro antiquísimo que podría ser la llave del triunfo sobre los vampiros (llamado el Occido Lumen), en Eterna el factor vampírico se diluye casi por completo como un azucarillo en el café. Prácticamente da la impresión que es una novela sobre la ocupación nazi y la resistencia francesa. Un mundo controlado por los chupasangres pero con una organización de la que estaría orgulloso el mismísimo Goebbels. Campos de concentración, toques de queda, traidores a la causa, guerra de guerrillas... todo hace recordar al período más negro de la historia de la humanidad, y si no fuese porque de vez en cuando hay alguna decapitación con espadas de plata o episodios telepáticos protagonizados por el Amo, nos olvidaríamos por completo que estamos ante una obra de terror sobre vampiros.



   Pero también hay detalles para la esperanza en esta trilogía. Si una cosa está clara es que Del Toro sigue brillando por su creatividad y su imaginación desbordante. La capacidad de trazar una trama tan compleja, con personajes tan profundos y carismáticos, hacen que brille un llama de optimismo para las próximas incursiones del director de cine en el mundo de la literatura. El fallo a mi modo de ver, es que no ha encontrado un ritmo constante, pues ha habido partes en la trilogía verdaderamente soporíferas y otras en cambio adrenalínicas. No es sencillo para un autor "novel" encajar una trama de terror clásico, con matices científicos, datos históricos y referencias religiosas. Si se nos quería presentar a los vampiros como los dueños de nuestras pesadillas, como seres maléficos y sangrientos, primitivos y demoníacos, no pueden transformarlos a posteriori como unos seres cuyo objetivo final es el mismo que el malo de turno de una pelicula de James Bond: controlar el mundo.

   Sirvan estas palabras para estimular a Del Toro a mejorar o pulir sus futuras obras. Puede que sea quizás demasiado estricto o severo, pero es que las expectativas que levantó en mi Nocturna no se han visto cumplidas después. La historia en sí no me desagrada, y veo potencial en el para ser un gran escritor, al igual que la demuestra detrás de la cámara. De la crítica constructiva se crece, se sale fortalecido o se rebela ante ella si se es inconformista. Así lo hicieron muchos, incluso Oziriel ante su dios, porque... ¿tienen sangre los ángeles?

jueves, 5 de julio de 2012

La partícula de Dios

 
   Muchos habrán desayunado con la noticia del presunto hallazgo de la llamada "partícula de dios" o bosón de Higgs. El descubrimiento viene a ser a la física, lo que el ADN a la biología, pero la gran cuestión es.. ¿Qué diantres es un bosón?



   Hace ya algunos años, un tipo llamado Newton descubrió o más bien se percató de la existencia de la gravedad al caerle una manzana en la cabeza (cosa que no hubiese podido hacer de ser una teja o un ladrillo lo que le hubiera caído encima...) y a partir de ahí nació la física clásica o newtoniana, basada en unas leyes que explicaban el mundo físico que nos rodea. Más adelante llegarían gente como Planck, Einstein o Bohr idearon la física cuántica o de partículas, que volvía a transformar todas las leyes conocidas y daba un vuelco al modelo hasta ahora adoptado. ¿Quiere esto decir que el modelo de Newton ya no vale? Sinceramente no. El modelo ideado por el físico británico es perfectamente válido para explicar todo lo que la vista nos deja contemplar, pero cuando nos adentramos en el mundo atómico, microscópico, estas leyes dejan de tener valor y su modelo carece de sentido. Es decir, podemos aplicar un modelo para cada situación y todos serían perfectamente válidos y plausibles.

   En la física de partículas ha habido una sucesión de partículas "indivisibles" que con el paso de los años, han ido variando su estatus. Primero fue el átomo la partícula que se consideró indivisible, después fueron los neutrones y actualmente se considera que la partícula más pequeña que se puede encontrar en el universo son los llamados quarks. Pues bien, un quarks es la partícula elemental de la materia, y no se pueden encontrar por sí solos, sino que siempre se encuentran en grupos de dos o tres quarks. Estas uniones interaccionan entre ellas gracias a los bosones, por tanto en el modelo de física actual y de la materia, los quarks y los bosones serían las partículas elementales pues no existe evidencia de que puedan estar formadas por otras partículas más "pequeñas".



   El bosón de Higgs es por tanto la partícula elemental más pequeña que contiene masa o materia. Para entendernos, en el universo hay cosas que tienen masa constituidos por átomos (como los seres humanos) y cosas que no tienen masa (como la luz por ejemplo). El bosón de Higgs es la partícula más pequeña conocida que tiene masa o materia, por tanto podemos decir que es el origen de esa masa o materia. Hasta ahora, esa partícula existía sólo en teoría, pues nunca se había podido descubrir o probar su existencia, pero a la vez su presencia era necesaria para explicar todo el modelo subatómico de la física de partículas. Este miércoles, el CERN gracias a su acelerador de partículas, ha descubierto lo que a priori (todo indica que así es, pero falta confirmación absoluta) se correspondería con el bosón de Higgs. La ciencia avanza y la partícula de dios ya es un hecho, como lo es que cada vez estamos un poquito más cerca de él.


domingo, 6 de mayo de 2012

Un juego de órdago

  
   La epopeya de Marcus Fénix y sus hombres del escuadrón Delta llega a su fin con Gears of War 3. La guerra entre humanos y Locust alcanza su cénit en esta tercera entrega de la serie poniendo un broche de lujo a una de las mejores trilogías que podemos encontrar en nuestras consolas. Pero al llegar a este punto, siempre nos topamos con la misma disyuntiva: ¿deben seguir explotando los chicos de Epic Games la marca Gears of War? No me cabe duda que así será, al menos mientras las ventas sigan respondiendo y la calidad de sus juegos siga marcando una referencia a imitar por los demás. Puede que hallamos presenciado el final de los Locust, pero no será la última vez que nos pondremos en la piel de Fénix.



   En sí, esta tercera entrega no presenta grandes novedades en el apartado técnico con respecto a las precedentes. De hecho ese continuismo ha servido para que algunos inconformistas la califiquen como sobrevalorada. Sin embargo, atendiendo a la premisa de que cuando las cosas van bien ¿para qué cambiar?, estamos ante un juego de una calidad gráfica inmensa y una notoria historia narrativa cargada de momentos épicos y dramáticos. En la jugabilidad no hallaremos grandes innovaciones (conducción de vehículos, manejo de algún personaje nuevo, multijugador, etc) pero la carga emotiva hará que los fans de la serie disfruten como nunca. El gran acierto de los desarrolladores, o la originalidad de este GOW3 radica en el potenciamiento de su historia, dándole la importancia que se merece y que pocas veces, o ninguna, descubriremos en otro shooter.



   La apuesta por la vertiente narrativa trae consigo el hecho de que la dificultad del juego no es muy alta. El juego no te plantea muchas situaciones dónde te sea demasiado complicado superarlas, y es posible que finalices el juego sin que mueras muchas veces. No obstante, este pequeño lunar no oculta que estamos ante una obra maestra de los videojuegos. Además siempre puedes elegir el modo imposible para poner toda la adrenalina en el asador. La batalla final está servida, y será más larga y emocionante (el juego ha alargado su campaña de manera considerable). Habrá reencuentros, pérdidas trájicas e inesperadas, flahsbacks, sorpresas, etc. Visualmente intachable, Gears of War 3 alcanza la madurez necesaria para convertirse en icono de referencia principal de su género, obtener un señor 10 y perdurar con el paso de los años.

martes, 13 de marzo de 2012

¡Cuánto hijo de puta y qué pocas balas!

  

   De empleado de un videoclub a uno de los grandes directores actuales de cine. Con esa entrada se puede definir la biografía de Quentin Tarantino, un genio del cine creado a partir de retales, nacido de la mezcla de géneros. Criado por su madre (no llegó a conocer a su padre) que le puso el nombre Quentin por un personaje de una serie que interpretaba Burt Reynolds, de pequeño era un niño solitario, y se pasaba horas delante de la televisión, a la cual sólo dejaba para ir al cine. Este comportamiento y sus inquietudes artísticas sin duda forjaron la personalidad que hoy luce en cada uno de sus trabajos. Su cine se fundamenta en narrar una historia nada lineal, con unas escenas extremadamentes largas, unos diálogos que ya por sí sólos son un puro ejercicio de arte, un sentido del humor kamikaze y una violencia exagerada hasta la caricatura. ¿Sus influencias? El mismo declaró en alguna ocasión que su escuela de cine era ir al cine. Aún así, las referencias a las películas de serie B, las de Kung Fú o las del Spaguetti Western son fácilmente apreciables, aunque lo que le hace único es que realmente Quentin Tarantino hace las películas tal como las haría Quentin Tarantino. Escribe el guión, elige a los actores y se pone detrás de la cámara para contar una historia como sólo él sabe hacerlo.

   La película que dio a conocer su nombre fue Reservoir Dogs (1992). Es sin duda un hito en la historia del cine independiente, dónde ya se puede apreciar las características más personales que Quentin imprime en su cine. Se trata de un thriller violento, pero sin apenas acción, dónde el cóctel de buenos actores, grandes escenas, ingeniosos diálogos, una excelsa elección musical y una sublime puesta en escena convierten a Reservoir Dogs en una cinta imprescindible del cine independiente y en una inmejorable opera prima para su director. En esta escena, vemos como se asignan los nombres a los delincuentes para que sus identidades sigan en el anonimato. No es la mejor escena del film, pero ilustra en parte ese humor negro y el magnífico guión que siempre acompañan a Tarantino (Sr. Marrón en la escena).


   Sin embargo, la escena más reconocida de Reservoir Dogs es la escena de la tortura o la de la oreja según se vea. Escenificada en multitud de ocasiones por jóvenes actores de teatro que dan sus primeros pasos, también ha sido parodiada en alguna otra ocasión, como en un mítico capítulo de Rasca y Pica de los Simpsons dirigido por Quentin. Esta escena es una mezcla de violencia, sangre, música y humor negro resume a la perfección el aroma de la película.



   Si con Reservoir Dogs se dio a conocer, fue con Pulp Fiction (1994) con la que consiguió fama, premios, dinero y consagrarse como uno de los directores jóvenes con más futuro. Ganadora de la Palma de Oro y del Óscar al mejor guión, la película narra las peripecias de unos delincuentes de medio pelo en los bajos fondos de la ciudad de Los Ángeles. De nuevo la violencia desmesurada, el humor macabro y los diálogos tan brillantes como absurdos componen una sinfonía inmejorable con la que Tarantino consiguió hacer sin duda una de las mejores películas de todos los tiempos. No es una película cargada de momentos geniales, es una genialidad en sí toda ella. El ritmo no decae en absoluto y con esa asimetría cronológica suscita aún más interés y le da una singularidad propia del director. Además están los personajes, quienes son en su mayoría inolvidables aunque apenas tengan unas líneas de guión y aparezcan sólo unos minutos en la pantalla. El Sr. Lobo (Harvey Keitel) es sin duda magnífico y un icono de la historia del cine. Resulta difícil elegir una escena, por lo que es mejor que vean la película si aún no lo han hecho. De todas formas aquí os traigo la del Sr. Lobo.. "estoy a media hora, llegaré en diez minutos"..


   Una de las escenas más ilustres de Pulp Fiction es el baile que se marcan Uma Thurman y un resucitado para la causa John Travolta. Esta escena da pie a comentar lo importante que es para Tarantino la música en sus películas. La meticulosidad que muestra para elegir sus canciones hacen que sus bandas sonoras sean extraordinarias y que funcionen tan bien como sus películas. Pero no basta con saber elegir la canción correcta para el momento adecuado, además hay que saber usar la música, y él sabe hacerlo como nadie. Sus canciones (casi todas sacadas del baúl de los recuerdos) son un personaje más, una parte más de la escena que te da información adicional para comprender mejor lo que estás viendo.


  
   Con Kill Bill (2003), Tarantino rinde homenaje a las películas asiáticas de acción o de artes marciales que tanto furor tuvieron en los años sesenta. No olvidemos que el maestro de Knoxville (su ciudad natal) creció visionando películas de ese estilo, más las consabidas cintas de serie B y de vaqueros. Pero si Quentin hace su particular ofrenda a ese mundo lo hace a su manera: escribe una historia en principio mínima que apenas llegaría para el argumento de una novela de Silver Kane, y después deja que salga todo su talento, que fluya genialidades y sangre a partes iguales y se convierta en entretenimiento puro y duro. La venganza de la mamba negra te puede encantar o te puede resultar un bodrio insufrible, pero no te deja indiferente. La violencia coreografiada se entremezcla con largos tiempos muertos y juegos con la cámara que pueden ir desde un toque retro en blanco y negro a la originalidad de un manga en la pantalla. Disfrutemos del vuelo de las katanas en la célebre escena en la que "La novia" ataviada con un mono amarillo con franja negra emulando al mismísimo Bruce Lee en El juego de la muerte, se enfrenta a la banda conocida como los 88 maniacos.


    Como remache final os dejo una escena eliminada de Kill Bill vol. II, dónde Bill se enfrenta a varios enemigos en presencia de Beatrix. Es una escena fantástica y seguramente la escena fue suprimida por no excederse en la duración del metraje, porque realmente está a la altura de la película. Para el año 2014 está previsto el volumen III de esta saga que pondrá punto y final a la historia, si bien no está del todo claro el argumento de la misma.


   El último trabajo hasta la fecha del genio de Tennessee es Malditos Bastardos (2009), o la Segunda Guerra Mundial vista desde la óptica de Tarantino. La película es un despliegue de talento lo mires por donde lo mires y consigue elevar lo que en principio parece una distorsión de la realidad en forma de broma en una auténtica obra maestra. No me extenderé en demasía porque la película cuenta ya con un post en mi blog para ella sola (pulsa aquí si quieres leerlo), pero os dejo un pequeño corte del primer acto, donde el nazi cazajudíos Hans Landa nos regala una escena inolvidable, que tiene su consumación con la decisión de disparar o no (esto no llega a verse en el corte), una bala que a la postre cambiará el destino de una guerra y por ende de toda la humanidad.


   Tengo la sensación de haberme extendido bastante en este post, pero es que soy un enamorado del cine de Tarantino y la ocasión lo exigía. No obstante, lo que espero es que él siga extendiendo su filmografía (de momento a finales de año estrena Django, un western que promete) y haciéndonos deleitar a todos sus seguidores y enfadar a su detractores pues también los tiene, y es que como dijo uno de los atracadores en Reservoir Dogs..¡Cúanto hijo puta y qué pocas balas!.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Estos muertos están muy vivos

  
   Dice una famosa cita "dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada", pero los protagonistas de la magnífica trilogía Los Caminantes, darían cualquier cosa que le pidieran por ser invidentes y no ver todo el horror que se les viene encima cuando Carlos Sisí traslada a Granada (más concretamente a La Alhambra) el epílogo de su apocalipsis zombi. Con Hades Nébula, título de esta tercera entrega, el círculo se cierra, para fastidio de todos sus fans y para alivio de todos los supervivientes a la pandemia.



   La tercera parte de las desventuras de los caminantes, es sin duda la mejor de todas. Contiene en sus páginas la dosis justa de terror, tensión, amor y suspense para que el lector se vea prácticamente impotente para soltar el libro y dejar de leer. Hallaremos sorpresas como encontrarnos con algún personaje que creíamos perdido y con otros con los que sinceramente no desearíamos volver a toparnos. Habrá bajas, alguna de ellas de relumbrón, pero necesarias para dotar de cierta credibilidad a la historia. También encontraremos historias paralelas que enriquecerán la obra (como el avecren) y pequeños homenajes o guiños que el autor se permite (como una clara alusión al ghetto judío en tiempos de la segunda gran guerra o la muerte de uno de los protagonistas que por su raza no pudo elegir mejor sitio para dejarnos). Pero sin duda, lo mejor que tiene esta tercera entrega es que responde a todos los interrogantes que se habían planteado en las anteriores. Conoceremos el origen de la pandemia y del virus Necrosum, el porqué de su creación y como se propagó, sabremos que pasaba en el resto del país y del mundo y desvelaremos algunos detalles del pasado de los personajes principales. Este detalle, aunque pueda parecer nimio, es sin duda de vital importancia para hacer una trilogía, más aún cuando en principio no estaba concebida como tal, sino como una novela en singular. Los que siguieran la serie Lost como yo, me comprenderán mejor, pero no puedo más que felicitar a Sisí por saber completar la trilogía sin prácticamente fisuras en la que no se baja el ritmo en ningún momento.

   Si en la primera aventura los zombis se presentaban como el enemigo principal, en la segunda el autor nos presentaba a otro nuevo adversario insospechado: la crueldad humana. En Hades Nébula quizás podamos ver una versión mixta, pues los zombis siguen representando su papel y los militares en esta ocasión interpretan la cara oculta del ser humano. Pero el gran tesoro que esconde la obra opera prima de Sisí es la creación de un villano como el Padre Isidro. Al igual de detrás de cada gran hombre, hay una gran mujer, detrás de cada gran escritor hay un gran personaje y este es el párroco malagueño. Isidro reúne todas las características para pasar a la inmortalidad como uno de los grandes villanos de la literatura de todos los tiempos.



   Quizás algunos lectores puedan pensar que hay que estirar la gallina de los huevos de oro, y que es una pena que Sisí no nos deleite con más entregas de Los Caminantes. Yo mismo no puedo negar que desearía leer más y que el gusanillo de ver nuevas aventuras y correrías de los zombis habita en mí, pero pensando fríamente creo que el bueno de Carlos hace bien en dedicarse a otros proyectos, porque no es bueno encasillarse ni vivir de las rentas. Aunque una cosa no quita la otra, y no sería desdeñable que en un futuro los caminantes se alzarán nuevamente de entre los muertos para volver a darnos un susto.

viernes, 13 de enero de 2012

¿Has visto alguna vez la lluvia en un día soleado?

  
   Have you ever seen the rain? fue compuesta en 1970 por John Forgety, miembro más destacado de la mítica banda americana Creedence Clearwater Revival. El grupo que producía un sonido conocido como Swamp Rock o (Country Rock para que nos entendamos) fue un abanderado de la música estadounidense a finales de los años sesenta y principios de los setenta.  Esta canción fue incluida en el album Pendulum, que a la postre sería el último que grabara la banda con todos sus integrantes al completo. Sin duda, esta canción, que es todo un icono de la música Rock, está llena de controversia pues nunca se aclaró a que se refería exactamente su misteriosa letra.



   Este halo enigmático que rodea a la canción ha creado muchas especulaciones y teorías sobre el significado de la letra y lo que en ella quiso transmitir Forgety cuando la compuso. Una de las teorías más que cuenta con más seguidores es la de que la canción hace referencia a todos aquellos ideales de los años 60 que se estaban perdiendo por la sociedad, apagándose el espíritu hippy nacido a finales de la década y enfocado a un carácter libertario, contracultural y pacifista. Otra de las hipótesis que muchos mantienen es que la canción relata la situación interna que vivía en aquel momento la banda, llena de tensiones y fuertes diferencias entre sus componentes y que acabaría con la disolución del grupo. Esta teoría fue alimentada más cuando el propio Fogerty la dejó caer en una entrevista posterior, pero sin embargo es natural pensar que no es la más acertada pues parece lógico pensar que nadie compondría una canción a un hecho futuro que aún estaba por suceder. La tercera y a mi modo de ver más acertada es la que cree que el texto de la canción hace referencia a la Guerra de Vietnam, dónde habría que sustituir la palabra rain (lluvia) por bombas cayendo del cielo.

   Sea como fuere, lo cierto es que los CCR crearon una canción que llegó a calar al gran público y convirtiéndose en un clásico. El mensaje oculto deberá aún esperar para ser revelado mientras los más grandes de la música como R.E.M., Boney M, Rod Stewart, The Ramones, Dire Straits o Héroes del Silencio se dedican a versionarla a su manera.